Cómo cazar un lobo
En las vastas y heladas tierras del Ártico, una tribu de esquimales ha desarrollado un ingenioso y letal método para cazar lobos. Con una astucia que aprovecha la propia naturaleza de la bestia, preparan una trampa tan simple como infalible: un cuchillo cubierto de capas de sangre congelada, enterrado en la nieve. Atraído por el irresistible aroma, el lobo comienza a lamerlo sin sospechar que, al alcanzar el filo, su lengua insensibilizada se cortará. Consumido por su propia sed de sangre, el lobo muere lentamente, víctima de un deseo que le resulta imposible resistir.